jueves, 20 de febrero de 2014

Nubes con la mente.

Ponernos de puntillas
en aquel acantilado,
para tocar la perfección 
con la yema de los dedos.

Ayudándonos de 
nuestras manos
entrelazadas. 

Tú con la camisa roja, 
como tus mofletes o
como mis labios, 
que rozan el cigarro 
que acabo de encender.
La brisa nos escucha 
de fondo
un fondo profundo,
casi tanto como 
tus ojos verdes.
El humo del Lucky se 
aleja ante nosotros.
Al sentarnos en el borde,
nos sentíamos invencibles.
Teníamos ganas 
de correr de la mano,
de saltar,
de volar
de temblar
de olvidar
de perdernos en 
aquel cielo azul.

Tú me llevas
sin darnos cuenta 
y vamos pisando las nubes.

No hay nadie 
que sepa donde 
encontrarnos.









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