miércoles, 26 de diciembre de 2012

Ya saldré yo sola de este caos.

¿Sabéis?
El sentimiento 
de culpa es destructivo,
aunque no hayas 
llegado ha hacer nada.
Tanto si es por 
algo que hemos hecho,
como por algo que 
no hemos sido 
capaces de hacer.
¿Dónde está el límite?
¿Quién sabe realmente 
diferenciar
entre lo bueno 
y lo malo?
No sé, 
quizás nunca lo sabré.
La culpa me consume 
cual cigarrillo a media noche,
pero a la vez me 
siento mejor que nunca.
Había puesto su mirada 
en mi conciencia,
ya no era inmune 
a su barba y a su sonrisa.
La noche se volvió frágil,
mis labios 
estaban demasiado rojos
y el dejarme llevar 
ya no era nada nuevo.