miércoles, 9 de octubre de 2013

Como mariposas desteñidas.

Te encontré.
Sin buscarte, 

sin buscarlo...
Te encontré.
Y te guardé en 

una pequeña cajita
en la que conservo 

mis mejores recuerdos.
Pero al contemplar tu foto
me di cuenta de que 

no eras un recuerdo.

Eras una realidad.
Te saqué.
De la cajita te saqué.
Y ahora campas por el mundo.
Cada vez que sorteas los charcos
de un salto,
me da un vuelco el corazón.
No quieres volver a mi cajita.
Prefieres ser ese muñequito 

que camina por la 
orilla de mis venas.
A punto de mojarte.
Prefieres ser el 

motivo que mantine
a mi corazón bombeando 

sangre una y otra vez.
De manera descontrolada.