miércoles, 9 de octubre de 2013

Como mariposas desteñidas.

Te encontré.
Sin buscarte, 

sin buscarlo...
Te encontré.
Y te guardé en 

una pequeña cajita
en la que conservo 

mis mejores recuerdos.
Pero al contemplar tu foto
me di cuenta de que 

no eras un recuerdo.

Eras una realidad.
Te saqué.
De la cajita te saqué.
Y ahora campas por el mundo.
Cada vez que sorteas los charcos
de un salto,
me da un vuelco el corazón.
No quieres volver a mi cajita.
Prefieres ser ese muñequito 

que camina por la 
orilla de mis venas.
A punto de mojarte.
Prefieres ser el 

motivo que mantine
a mi corazón bombeando 

sangre una y otra vez.
De manera descontrolada.



lunes, 19 de agosto de 2013

Derrape en el corazón.

Quiero más días;
días contigo,
días de sol,
días sin dormir,
días de abrazos 
con las piernas,
días grises, 
pero en los 
que tú estás.

Estos días sólo 

son comparables
con las marcas de 
tus besos en mi cuello,
con el olor a marque 
se queda en mi pelo
tras un gran día de playa,
o con el sabor de 
una cerveza bien fría
recorriendo mi garganta.

Quiero tanto 

y a la vez tan poco.
Que suene una canción, 
nuestra canción.
Que nos pille una 
tormenta de verano,
que la noche nos abrace
y dejarte con cada calada
el humo de una 
caricia en tu pelo.



martes, 21 de mayo de 2013

La sensación de que el tiempo pase y no le deje oler su tormenta.

Ella, 
tenía a tanta 
gente alrededor
y a la vez se 

sentía tan aislada.
Las dudas 

le invadían, 
vacía,
ella, 

que había venido 
al mundo a llevar la contraria,
a dejar su huella 

encajando besos con excesos.
Se levantaba cada 

mañana con ganas de viajar,
sin maleta 

y con su olor en el recuerdo.

Poca gente se 

paraba a escucharla,
y mucha se quedaba mirando
al verla tomar 

el tren equivocado.
Pero hay alguien 

que la observaba 
desde lejos,
la miraba 

y sonreía al pensar 
en acariciar su pelo.



miércoles, 17 de abril de 2013

Lágrimas en mis mejillas.

Vuelve a llover. 
Es lo más bonito 
que he visto 
después de tu 
silueta en mi cama. 
O de tus manos, 
abriendo las cortinas 
de mi habitación. 
Vuelve a llover, 
y a mí sólo 
se me ocurre
buscarte la primavera 
debajo de mi sombra.
Vuelve a llover, 
y tu sol se me 
derrite en el ombligo. 
Sabes a lluvia, 
me calas por dentro 
y mis labios rojos 
ya no resisten 
otra despedida más.



martes, 19 de marzo de 2013

Las sombras de un ático.

Búscame 
donde quieras,
y encuéntrame 

donde te deje,
quizá nos 

equivoquemos,
tal vez se 

nos escape el aire.
Estoy fotografiando 

un plan,
lo imagino 

en mi mente.
Te imagino a ti,
y ya lo tengo 

todo pensado,
tú sólo tienes 

que firmar
con tu dedo índice 

en la hebilla de mi cinturón,
no voy a saldar 

las deudas con tu espalda
para ir acumulándolas,
voy a tenerte por 

encima de mis 
posibilidades,
para pagarte 

con mi tiempo
y tener que quedarme 

siempre, piénsalo,
tal vez tú 

ganas más que yo.

domingo, 17 de marzo de 2013

Luz de primavera.





















Ahora a ver como te digo
que sin tu sonrisa 

en mi cama
no hay quien 

concilie el sueño. 
Que el mundo 
se detiene
en la inmensidad 

de tu parpadeo.
Y que las pulseras 

de tus muñecas
seducen  a las de 

mis tobillos.
Que la búsqueda 

del tesoro
hace tiempo que dejó 

de tener sentido.
Mi pensamiento diario 

está en tus labios
y en tu barba descuidada.
Quiero hacerte 

libre en la 
cautividad de mi habitación,
sentirme tuya en 

la lejanía improvisada.
Desear que llegue 

la primavera
desde la luz de tu mirada, 

eso quiero.

miércoles, 2 de enero de 2013

Te diría lo que siento por ti, pero.


Despedir el año 
como quien tuerce 
la esquina 
y al segundo se vuelve 
y se encuentra 
un callejón 
sin salida. 
Despedidas como 
aquella que no quisimos 
por no querer olvidarnos. 
Ni un beso nos dimos 
por tener una excusa 
por la que buscarnos. 
Y otra vez despedirnos 
de todo lo que ha pasado, 
por comenzar 
un año tan igual 
que lo creeremos repetido. 
O quién sabe, 
tal vez entre 
tanto olvido 
lleguen nuevos besos, 
nuevos tiempos. 
Y me despido sí, 
para volver a saludarnos, 
volver a encontrarnos.