Te he querido sin saberlo,
o sabiendas
y en todas las formas
verbales que existen.
Te he querido,
de noche,
de día
y a deshoras
te he querido
de espaldas,
de frente
y debajo
encima
y de lado a lado...
y tengo que
confesarte que
donde mejor me
quedas es dentro
del corazón.