miércoles, 19 de febrero de 2014

Hoy no sabía que escribir, así que te describí.

He imaginado ya 
no sé cuantas veces,
el tenerte día si, día también.

He imaginado cómo 
sería romperme 
en las líneas de tus manos
y vengo a declararme 
como la mayor suicida 
desde la hebilla de tu cinturón.

Te he imaginado nadando
entre los piegues de mi falda.

Te he imaginado trazando un plan
contra mis enfados y mi mal humor.

Me he imaginado escribiendo
los versos más obscenos
en las comisura de tus labios.

Imagínate.
Le he preguntado al destino
que si puedo vivirlo contigo
y aún no he recibido
ninguna respuesta coherente.

Y es que ni tan siquiera
puedo imaginarme sin ti.

Imagínate.
Te medía a kilómetros
y te sentía a centímetros.


Me he imaginado dentro
de unos años
en el mismo banco 
de siempre
acariciando tu pelo
riendo a carcajadas
y hablando de un 
futuro de la mano.






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