falte tiempo,
nos sobren ganas
y la pasión
que desprendemos
arda en fuego.
Siempre fue así.
Y no te niego
que quiero
verte otra vez,
repetir aquellos
días de lujuria
y fantasía.
Los dos sabemos
que nadie mejor
conoce nuestros
cuerpos
y la forma en la que
nos esquivamos
hace que aumenten
las ganas de
satisfacer
nuestros deseos.
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